viernes, septiembre 29, 2006

PARTIDOS BIEN PARTIDOS

En la elección pasada se dio el triunfo de un partido sobre un caudillo. Un partido con una candidatura a la presidencia de la republica de tiempo relativamente corto (6 meses), sobre un caudillo con una candidatura de largo plazo (5 años). La fuerza de esta victoria del PAN se explica en la inercia propia del partido en el poder y en otro factor muy importante que es la organización propia en donde la contienda política en asambleas y votaciones en la periferia le da al PAN un empuje importante.
El futuro de los partidos políticos en México depende del desarrollo en sentido horizontal que pueda a llevar a cabo cada partido en particular. A mi entender habrá una relación muy estrecha entre la actividad política periférica y las posibilidades reales de triunfo. La percepción democrática que incida sobre nuevos y poderosos grupos de votantes será decisiva y los nuevos van a exigir formas democráticas. En los próximos años será más difícil que un partido de esquema centralista, caudillista, mediático, rijoso, faccioso u organizado en sectores pueda obtener la victoria.
Mientras que los otros partidos no se pongan las pilas, el PAN tiene el camino libre para consolidar un sistema tipo japonés. En Japón el Partido Liberal Democrático ha ganado casi todo desde la posguerra. En México puede pasar lo mismo y desarrollarse un esquema en donde la capacidad de supervivencia en base a la actividad política, miniaturizada, centrifuga, se va a imponer como una selección natural lenta e inexorable.
En los próximos años sin no cambian las condiciones habrá un partido dominante (PAN), uno de líderes estatales (PRI) otro centralista (PRD) y muchos pequeños en gestación permanente. Los partidos estarán bien partidos a menos que se animen a salir de la nube de Oort y se decidan a darse una vuelta por una democracia más autentica.