martes, septiembre 26, 2006

DEFEÑOS

Desde su creación la ciudad de México es el ombligo del país. La ciudad tiene las ventajas culturales, políticas, económicas y académicas de las pocas realmente grandes ciudades del mundo: Acumula museos, concentra compañías de teatro, produce especialistas, agrupa información, apiña políticos, aglomera consejos directivos, condensa riqueza, centraliza el poder. La ciudad es un sistema de audio con las bocinas hacia dentro, es un agujero negro en busca de cuerpos celestes, es un núcleo sin citoplasma, es un súper magneto, es un papel atrapa ratones, es la convergencia del Internet.

Desde el punto de vista humano la ciudad es una incubadora sofisticada. Es una "resortera" intelectual.

Muchos factores estrangularon a la ciudad. Sus maravillosas mentes se atascaron en el tráfico, la indiferencia, el cinismo y la delincuencia. Por los noventa el orgullo citadino tambaleó.

Con el nuevo siglo en buena parte gracias a la publicidad desarrollada por AMLO, regresó a la ciudad la esperanza y llegó de vuelta el orgullo. El pecho del chilango se expandió entre cuchillos. Sin embargo en buena parte había razón, después de todo hay zonas en Mexicali, Tijuana y Culiacán en donde las estadísticas muestran una violencia similar a la de la ciudad de México. En lo que AMLO nunca tuvo razón fue en reunirse con bandoleros y en desdeñar a sus oponentes. En el pecado llevó la penitencia. A pesar de conquistar a la ciudad.